1. El pasado domingo 28 de enero el alcalde de la Ilustre Municipalidad de Quilicura, Juan Carrasco, denunció la destrucción del memorial erigido en homenaje a Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero, militantes del partido comunista y luchadores activos, secuestrados y asesinados por el terrorismo de Estado el 29 de marzo de 1985.
2. La construcción de memoriales, la instalación de placas recordatorias, la recuperación de ex centros clandestinos de secuestro, tortura y exterminio, son parte de una serie de acciones desarrolladas por las agrupaciones de derechos humanos en las sociedades postdictatoriales, las que buscan marcar la ciudad con una memoria persistente que recuerde a las víctimas y que enfrente a la impunidad y al negacionismo, y que mantenga viva la memoria de las atrocidades cometidas por la dictadura, especialmente para las generaciones jóvenes.
3. Cada marca y cada lucha por la memoria fueron transformando espacios no sólo en lugares de recuerdo y conmemoración, sino también en lugares que interpelan a la sociedad en su conjunto y promueven la reflexión en torno a ese pasado en pugna constante con el olvido y la impunidad que algunos quieren perpetuar.
4. Las diversas experiencias nacionales e internacionales dan cuenta de la relevancia de la existencia de estos lugares y de cada marca de memoria como una manera de avanzar en la reconstrucción de nuestra memoria histórica, en la verdad y en la justicia, luchando por la consecución del nunca más y la construcción de sociedades más justas y democráticas para todas y todos.
Frente a este hecho nos ha parecido pertinente declarar lo siguiente:
5. Como Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile manifestamos nuestro absoluto repudio y profunda preocupación frente a la destrucción del memorial en homenaje a los compañeros Santiago Nattino, José Manuel Parada y Manuel Guerrero. Expresamos también nuestra solidaridad con sus familias, amigos y compañeros.
6. Consideramos que este atentado debe ser un llamado de atención y alerta frente a acciones y discursos violentos y negacionistas que buscan mantener la impunidad, negar los crímenes, acallar los testimonios y relativizar la verdad histórica de las violaciones a los derechos humanos perpetrados durante la dictadura cívico-militar en nuestro país.
7. Esperamos que se realicen todas las investigaciones pertinentes para determinar responsabilidades y las acciones necesarias para reconstruir el memorial y reparar a la comunidad toda.
8. Hacemos un llamado a las autoridades, locales y nacionales, para que promuevan trabajos colaborativos entre el Estado y la sociedad civil, que permitan trabajar, mantener y preservar estos lugares, relevando su importancia histórica y simbólica, tanto para dignificar la memoria de todos los hombres y mujeres que lucharon contra la opresión, la tortura y la muerte, así como para la construcción de sociedades que conozcan y aprendan de su pasado para promover sociedades verdaderamente justas y democráticas para todas y todos.
Miércoles 31 de enero 2018 Consejo Directivo Cátedra de Derechos Humanos Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones Universidad de Chile
