La mañana de este lunes 29 de octubre, la casa de memorias José Domingo Cañas, lugar que se ha caracterizado por su comprometida lucha por los derechos humanos, amaneció con su puerta de ingreso evidentemente forzada y dañada. Al mismo tiempo, el medidor eléctrico roto, al igual que la alarma de seguridad; el interruptor apagado y excremento humano en el sector de ingreso de la casa.
Marta Cisterna, directora de la casa de memoria, denunció que la acción tuvo por objetivo enviar una "clara advertencia". "Como sitios de memorias estamos desprotegidos. El Estado ha incumplido una serie de acuerdos con respecto a la memoria y los derechos humanos, y eso ha llevado a que situaciones como estas sean posibles", afirma.
Al mismo tiempo, la directora de José Domingo Cañas recordó un episodio similar vivido en en el año 2012, en el que individuos ingresaron al lugar llevándose computadores con información relevante referida a un informe que estaba pronto a publicarse.
A través de un comunicado público, José Domingo Cañas exige al Estado chileno que se pronuncie sobre la "vulnerabilidad de los sitios de memorias", e insta a que se presente "en el corto plazo un plan de medidas de protección, resguardo y promoción de estos espacios de interés público, así como en las actividades y líneas de acción que impulsan".
Frente a estos hechos, como Londres 38, espacio de memorias, manifestamos nuestra absoluta solidaridad con las y los miembros de dicha agrupación. Consideramos que estos actos de ultraje causan daño y amenazan la labor que desempeñan diariamente las y los compañeros del sitio de memorias. Al mismo tiempo, condenamos todo tipo de acciones que pretendan hostigar la búsqueda de justicia y verdad, como también el comprometido rescate de la memoria social y política de nuestro país.
Si bien, el hecho no ha sido reivindicado por ninguna agrupación, es pertinente recordar el ataque sufrido por el Parque por la Paz Villa Grimaldi el 30 de agosto pasado, cuando el Movimiento Social Patriota (MSP) colgó un lienzo en el que se leía "Aquí la izquierda lucra y adoctrina con la memoria de chilenos torturados". Marta Cisterna comenta que en países como Uruguay también se han vivido situaciones como estas, donde se evidencian daños a memoriales y sitios de memorias.
La avanzada neofascista en nuestro país, que se expresó nuevamente el sábado recién pasado en la "Marcha contra la ideología de género" en la que manifestantes aprovecharon de golpear a jóvenes lgtbi+ que ocupan tradicionalmente la Plaza San Borja, debe ser mirada con preocupación y absoluta alerta. Como organizaciones de derechos humanos debemos articular una respuesta organizada que sea capaz de detener las expresiones de odio que se asoman sin verguenza en la región y en el país.