Como Londres 38, espacio de memorias, tras haber pasado el día de los derechos humanos, declaramos que en Chile se enfrenta una verdadera crisis en materia de derechos humanos, con numerosas transgresiones de parte de Estado que se repiten cotidianamente:
1.- El alevoso asesinato de Camilo Catrillanca y los fallidos intentos de las autoridades políticas y policiales de encubrirlo han concitado un amplio repudio. Este crimen se suma a otros perpetrados por el Estado contra el pueblo mapuche, que hoy vive un verdadero estado de excepción en un territorio ocupado militarmente, donde incluso los jóvenes, niñas y niños son reprimidos, impedidos en su legítimo derecho a manifestarse, mantener su cultura y tradiciones y recuperar sus tierras ancestrales.
2.- La permanente criminalización y represión a otros sectores movilizados a quienes se niega el derecho a manifestación y protesta, entre ellos, estudiantes, pobladores, activistas medioambientales y sindicalistas. Incluso, varios dirigentes sociales han muerto en extrañas circunstancias que las autoridades se han apresurado en calificar como accidentes o suicidios.
3.- La verdad y la justicia sobre el destino de las personas detenidas desaparecidas, ejecutados políticos y sobrevivientes sigue pendiente, producto del encubrimiento sistemático de parte del propio Estado. Así se ha perpetuado la impunidad para los responsables de estos crímenes cometidos bajo la dictadura: apenas 174 de ellos cumplen condenas, en general bajas, que burlan accediendo a beneficios o al indulto presidencial, y durante los procesos, apelando a recursos al Tribunal Constitucional que se encarga de paralizarlos.
4.- La impunidad convierte en letra muerta la falsa promesa del Nunca más y posibilita las continuidades de ese pasado y la violación a los DDHH en el presente, contribuyendo además al surgimiento de expresiones negacionistas que intentan desconocer o relativizar por igual los crímenes bajo dictadura y en democracia.
5.- Las y los inmigrantes en Chile, sufren la discriminación social, el maltrato institucional del Estado chileno, y la criminalización solo por su condición. En ese contexto, es inaceptable la decisión del gobierno de restarse del Pacto Migratorio de Naciones Unidas, con lo cual niega la existencia de los derechos de las y los migrantes. Son las personas, no los estados, los sujetos de derechos, y es deber de aquellos respetarlos y asegurarlos para evitar toda discriminación.
6.- También, los derechos de las mujeres se han visto afectados gravemente con el proyecto de ley del ejecutivo que distingue "tipos de resistencia" de las víctimas de violación, rebaja la edad de consentimiento a 12 años diluyendo la frontera de delitos como la pedofília, instala la sospecha sobre la propia víctima y la responsabiliza de la acción de su agresor, sometiéndola a una doble victimización.
7.- En otro ámbito, el Tribunal Constitucional, convertido en una tercera cámara, acogió una vez más un recurso de Chile Vamos para limitar el alcance de la ley de aborto en tres causales al habilitar a seis centros de salud que mantienen convenios con el Estado a que puedan declararse objetores de conciencia, limitando el acceso de las mujeres más pobres a este derecho establecido por la ley.
Por todo esto, hemos comenzado una campaña radial, exigiendo No más impunidad. Toda la verdad, toda la justicia.