Marta HarneckerUno de sus más destacados aportes fue la publicación, a finales de los años 60, del libro Los conceptos elementales del materialismo histórico. Con múltiples reediciones y publicado en varios idiomas y países, fue uno de los textos más difundido en el campo de la teoría marxista.
En la década de los sesenta, durante cinco años Marta vivió en Francia, cursando estudios con el intelectual francés, Louis Althusser. En 1968, regresó a Chile y comenzó a militar en el Partido Socialista. Participó activamente en el gobierno de la Unidad Popular, con Salvador Allende, entre los años 1970 y 1973. Luego del golpe militar, tuvo que partir al exilio.
En Los años posteriores, la escritora se radicó en Cuba, donde dirigió el centro de investigación Memoria Popular Latinoamericana (MEPLA) y continuó su extensa obra. Su interés por los nuevos movimientos sociales y la relación de éstos con la política orgánica, se vio reflejada en libros como La izquierda en el umbral del siglo XXI (1999), o La izquierda después de Seattle (2001).
En este mismo periodo, se unió al proyecto de la Revolución Bolivariana en Venezuela, acompañando al presidente Hugo Chávez. Publicó en ese periodo: Hugo Chávez Frías: un hombre, un pueblo; Venezuela: militares junto al pueblo y Venezuela: una revolución sui generis. Su libro Reconstruyendo la izquierda, contiene una mirada crítica donde analiza los errores y desviaciones cometidos en el pasado, identificando las causas y debilidades de diferentes procesos políticos. El año 2010 publica el libro Inventando para no errar, donde toma como punto de partida los importantes cambios que protagonizaron distintos gobiernos en América Latina, que fueron apoyados por grandes movilizaciones desde los movimientos sociales.
El 13 de septiembre de 2018, Marta Harnecker dio una entrevista al medio brasilero Brasil do Fato, en esta conversación la educadora popular, hace un balance de las experiencias vividas. Aquí citamos algunas de sus reflexiones:
Diálogo con Marta Harnecker: 45 años del golpe en Chile y sus enseñanzas
El trabajo de base en el Chile socialista
"Como, además, yo militaba en el Partido Socialista en la época de Allende, hacíamos reuniones con campesinos y obreros. Yo tenía antes una experiencia en las cátedras universitarias, y en la cátedra universitaria era una discusión eterna ", relata. Y complementa: "Los trabajadores aprendían a aplicar inmediatamente, así que me apasioné por ese trabajo con esos sectores".
El papel del periodismo popular
Sobre el periódico Chile Hoy, que fundó en la Unidad Popular, recordó: "Fue una revista - de estilo tabloide y tenía dos o tres páginas de entrevista (...), por lo que entonces empecé a aprender a ser entrevistadora y encontré mi vocación periodística en el medio de un proceso revolucionario como fue el chileno. Era un momento apasionante, además del hecho de que la revista tenía la característica de poner en palabras simples, estudios de intelectuales de izquierda que no llegaban hasta el pueblo".
"Nuestro criterio era que, en la revista, las críticas que existieren en relación al proceso, que las hicieran las personas. Muchas veces, los periodistas hacen críticas, en un sentido, es muy fácil criticar. Intelectualmente alguien siempre encuentra cosas que son imperfectas, pero es diferente cuando un intelectual crítica de cuando el pueblo te dice cómo está sintiendo los errores del proceso".
La "Vía Chilena al Socialismo"
"Yo digo que el Chile de Allende fue un precursor en el siglo XX del socialismo en el siglo XXI, porque Allende fue el primero que trató, por una vía pacífica, ir construyendo la nueva sociedad".
"Me parece muy interesante cómo Allende presentó la necesidad de repensar el socialismo, si éste se daba por la vía pacífica. Dice que tenía que ser un socialismo 'con vino tinto y empanadas', dos cosas típicamente chilenas. Es decir, un socialismo que se enraizara en nuestras tradiciones. Allende entendió muy bien que, para hacer este tránsito de la institucionalidad heredada, usted tenía que tener la mayoría del pueblo a su favor, y no sé si la izquierda lo entendió".
El golpe militar
"Muchos olvidaron que se había conquistado el gobierno y no el poder; que los poderes Legislativo y Judicial estaban en manos de las fuerzas opositoras; y que el pilar fundamental del Estado burgués: el Ejército, se mantenía intacto, protegido por el llamado Estatuto de Garantías Constitucionales ".
"Los Comités de Unidad Popular, que habían tenido un extraordinario auge durante el período preelectoral, en su mayoría desaparecen poco después del triunfo [electoral]. Los partidos dedican todos sus cuadros a las nuevas tareas del gobierno, abandonando de forma significativa su trabajo en el movimiento popular ".
Como antecedentes del golpe, Marta Harnecker enumeró seis ejes de la contraofensiva de la extrema derecha en Chile.
El primero, era la búsqueda en dividir la coalición Unidad Popular, entre los "democráticos" y los "marxistas", y para aislar a los comunistas. El segundo, era el control de los medios de comunicación: "La oposición controlaba el 70% de la prensa escrita y 115 de las 155 radios que existían en el país." La defensa de la propiedad privada era el tercer eje de la extrema derecha, utilizando "mecanismos legales y medios de presión para retrasar la formación del área de propiedad social", afirma Marta. Un cuarto punto tiene que ver con la cuestión militar, con una línea anti-Unidad Popular en el interior de las Fuerzas Armadas. "El punto central de esa campaña fue la denuncia de la existencia de grupos armados en detrimento de las únicas fuerzas armadas que deberían existir en el país. Esto dificultaba enormemente cualquier intento de armar al pueblo para defender al gobierno popular". La conquista de los sectores medios para una acción contra el gobierno fue el quinto elemento de actuación de la extrema derecha. "Pero el objetivo fundamental, y que permitiría conquistar varios de los otros, casi podríamos decir que, por añadidura, fue provocar el fracaso económico del gobierno popular"
Con la situación agravándose día a día, llega el 11 de septiembre de 1973, fecha en que Allende anunciaría un plebiscito popular a las 11 de la mañana: "A esa hora, las balas redujeron al silencio al heroico y consecuente mandatario chileno", concluye Marta.
Marta Harnecker, deja un legado de pensamiento, reflexiones y lecciones para todos quienes se plantean la construcción de una sociedad igualitaria. Y un ejemplo de perseverancia en aportar a gran la batalla de ideas que libra la izquierda en nuestra América.
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