Presos 1Esta lucha tuvo una respuesta brutal de parte del gobierno: represión. El pueblo movilizado pagó un alto costo con 33 personas muertas, más de 400 con trauma ocular producto del uso de armas de dispersión de Carabineros, personas torturadas, atropelladas e incluso abusadas sexualmente y, según la Fiscalía, desde el 18 de octubre de 2019 a la fecha, se ha formalizado a un total de 5.084 personas acusadas de delitos vinculados a la revuelta social, de ellas, 648 se encuentran en prisión preventiva, y 725 ya fueron condenadas.
En este contexto, nace una organización cuya finalidad principal es dar apoyo jurídico, económico y afectivo a los y las presas de la revuelta popular: la Coordinadora 18 de octubre.
Londres 38, espacio de memorias, conversó con uno de los integrantes del equipo de comunicaciones sobre el origen y el rol de esta organización en el presente.
Entendemos que la Coordinadora 18 de octubre se forma luego que se inicia la revuelta popular y se comienza una violación sistemática a los DDHH. ¿Cómo nace esta iniciativa, qué referentes tomaron para acudir en ayuda de los presos de la revuelta?
La Coordinadora surge bajo la necesidad de visibilizar la situación que estaba pasando con las personas que estaban siendo encarceladas. A un mes y medio de la revuelta aproximadamente, las cifras oficiales que teníamos, ya hablaban de cerca de dos mil presos y presas en todo el país. La Coordinadora nace el 3 de diciembre de 2019, cuando se realiza la primera asamblea.
El llamado es desde el colectivo "Guacolda", quien tiene la iniciativa de hacer este llamado a diferentes organizaciones, colectivos e individualidades para abordar el tema de los presos de la revuelta y exigir su libertad.
El objetivo central tenía que ver con poner el tema de la prisión política sobre la mesa, la visibilización y sensibilización respecto de presas y presos de la revuelta. En esa época ya había un despliegue importante en términos de movilización social y denuncia respecto de los abusos policiales, de las mutilaciones, de la gente que había perdido su vista *, sobre violaciones, también sobre las muertes. Pero no estaba tan visible o tan instalado a nivel de demanda social o de exigencia, el tema de la libertad de los presos y presas.
Y desde ahí, surge entonces esta iniciativa de constituirnos como Coordinadora, como referentes más directos. Tiene mucho que ver con la experiencia del trabajo anti carcelario o de apoyo a presos que ya existía en muchos de quienes nos sumamos en ese momento. En época de dictadura se conformaron también organizaciones fuertes de exigencia de libertad a los presos, pero el último referente importante respecto a la lucha y movilización amplia, en relación a las demandas de libertad de los presos políticos, es más bien en los noventa. Posteriormente, la situación de prisión política ha seguido existiendo en este territorio, en el 2000 y hasta antes de la revuelta, es por eso que muchos y muchas veníamos desde este trabajo y también de apoyo a presos específicos, que aún también están en prisión.
En esa primera asamblea, el tema central fue entender que los presos /as de la revuelta eran presos/as políticos/as. Y desde ahí debíamos demandar su libertad.
presos 4La prisión política, en general se utiliza como concepto en alusión a prisioneros en países con gobierno dictatoriales, como también ocurrió en Chile con Pinochet. ¿Por qué acogen este concepto para caracterizar a los presos y presas de la revuelta?, ¿qué los hace para ustedes, prisioneros políticos.?
La prisión política, nosotros no la entendemos principalmente o exclusivamente vinculada a gobiernos dictatoriales. Entendemos que, en escenarios recientes, de gobiernos "democráticos", como se les llama, la prisión política sigue presente porque responde a una lucha permanente contra un modelo económico y social injusto. Un modelo de dominación, que va más allá del gobierno dictatorial o democrático, sino que responde a un sistema, que genera desigualdades e injusticia, y, desde ahí, también genera resistencia y luchas, en contra de ese modelo de dominación.
Históricamente, en diferentes países y territorios los luchadores sociales, o quienes han decidido enfrentar bajo diferentes estrategias, métodos o perspectivas ideológicas este modelo de dominación, han sufrido también la prisión, como consecuencia de su lucha. Nosotros entendemos que la prisión política, en el caso de los presos de la revuelta, responde a esta misma matriz. Si bien, no es la misma definición o las mismas características de los presos políticos de la dictadura o de los noventa, en donde la característica común tiene que ver con militantes activos, que desde su decisión de actuar en contra de un sistema opresivo y desde sus militancias específicas sobre las cuales se encontraban, asumen y viven una situación de prisión claramente política.
En el caso de los presos de la revuelta evidentemente es diferente. Como mencionaba, corresponde a características específicas propias también de la revuelta en el sentido que no son la mayoría de los y las presas parte de estructuras orgánicas previamente existentes. Muchas/os de ellos tampoco tienen una clara perspectiva política-ideológica, se suman desde diferentes realidades, sensibilizados por el descontento social, la rabia desatada en esos días y desde su participación en la lucha callejera en Plaza Dignidad, en sus territorios, en la protesta masiva y categórica que se daba en esos días. En este contexto es que ellos y ellas son detenidas y encarceladas. La mayoría de ellos son presos políticos desde la decisión de luchar, que también es una decisión política, la de luchar contra un modelo, contra la situación que hemos vivido estas últimas décadas en este país.
Así también, entendemos la prisión política desde otro lugar, desde el rol que asume el Estado con una clara política de encarcelamiento masivo. Hay una intencionalidad clara del Estado de criminalizar la protesta social, de tratar de amedrentar la lucha que se está dando en esos momentos. Por ello, la masividad de los encarcelamientos que se dieron en estos meses da cuenta también de una intencionalidad política.
Desde el inicio de la revuelta miles de personas han pasado por la cárcel y han sido procesadas por algún delito relacionado con la crisis social. ¿Cuál es la situación en la actualidad y qué rol ha cumplido la Coordinadora con estas personas y sus familias?
La cifra de dos mil quinientos presos que manejamos y que más o menos públicamente también se maneja, da cuenta de la información que ha entregado tanto el Ministerio de Justicia, como también la Fiscalía, y algunas organizaciones de derechos humanos que, más o menos, coinciden en ese número.
Esta cifra corresponde a las personas que han caído detenidas en relación a hechos de la revuelta, la mayoría tiene que ver con el tema de saqueos, o tiene que ver con el tema de incendios, otros que están por la ley de seguridad, aplicación de control de armas, etcétera. Es difícil, a nivel país establecer la cifra concreta y real. Entendemos que hoy día hay menos de los dos mil quinientos presos iniciales, que están encarcelados.
En este sentido, dentro de la Coordinadora funcionamos en varias comisiones, una comisión es la de catastro, que existe desde que se conforma la Coordinadora. Esta comisión ha tenido la tarea de genera vínculos con presos y presas y sus respectivas familias. Se les ha aplicado una ficha de catastro, donde se logra identificar más o menos la situación de cada caso, la situación judicial, la situación personal, la de sus familias, y sus principales necesidades.
Entonces, la cifra que nosotros manejamos en cuanto a las personas catastradas por la Coordinadora son ciento setenta presos aproximadamente, la mayoría son presos que están en Santiago, y también tenemos catastrados algunos presos que son de regiones. A propósito de esto, señalar también que además de la Coordinadora 18 de octubre, que funciona principalmente en Santiago, hay otras coordinadoras y grupos de apoyo que están entregando toda la solidaridad con los presos de la revuelta. Con ellos también hemos establecido vínculos, nos aportamos con traspaso de información, apoyo y solidaridad.
De esos 170 presos que han sido catastrados por la Coordinadora 18 de octubre, en los últimos meses hemos tenido algunos resultados positivos respecto a cambios en las medidas cautelares, pero aún muchos de ellos siguen en prisión. Aproximadamente unos cien siguen prisioneros.
En el presente, el trabajo ha estado condicionado por la pandemia, desde mediados de marzo, donde se empieza a ver ya un fenómeno social y sanitario en Chile, que implica hacer un cambio en nuestra estrategia de lucha. Es por ello que, a partir del 16 de marzo, empezamos a demandar específicamente el cambio de prisión preventiva a arresto domiciliario, para que pudieran salir de prisión en espera del juicio, entendiendo que la situación de hacinamiento y de insalubridad de la cárcel es un factor de riesgo y de contagio, y que atenta contra la integridad y la vida de nuestros compañeros y compañeras encarcelados en ese momento y hasta ahora.
La mayoría de los presos, por lo menos acá en Santiago, están en el penal de Santiago uno, en el módulo catorce. Los compañeros ahí han logrado generar una organización entre algunos de ellos, y se han dado dinámicas para trabajar en una práctica con más identidad de prisión política dentro de la realidad que están viviendo en este módulo. El resto de los presos políticos están más dispersos, no agrupados como en el módulo catorce, algunos están en Colina, algunos están en San Miguel, en Puente Alto, también hay presos de la revuelta en la Cárcel de Alta Seguridad, CAS.
Respecto a cómo hemos ido generando vínculos y apoyo solidarios con los presos y sus familias, la Coordinadora se plantea desde dos perspectivas principalmente, una tiene que ver con un apoyo más concreto, material económico donde permanentemente se han ido entregando encomiendas a los presos, a partir de campañas de acopio que han sido bastante exitosas hasta antes de la pandemia, y si bien se ha dificultado un poco más lo del acopio, no han dejado de entrar encomiendas. Otra forma es el apoyo que hemos dado a los casos de mayor necesidad económica, tanto de los presos como de sus familias. Ahí se ha apoyado económicamente a las familias.
Por otra parte, está todo el apoyo y la solidaridad más política. La vinculación con los presos políticos de la revuelta, nos interpela también a generar un discurso político de solidaridad con ellos y con ellas, apelando por sobre todo a generar una gran movilización social, que exija la libertad de los presos de la revuelta y los presos políticos. Con una definición bastante clara que tiene la Coordinadora, que es la no articulación, ni interlocución con ninguna institucionalidad, ni con ningún representante político del Estado, ni del gobierno. Pues, entendemos que ellos son, directa o indirectamente, responsables del encarcelamiento de nuestros compañeros y compañeras.
Nosotros apoyamos a los presos de la revuelta porque nos sentimos parte activa de la revuelta también, y entendemos que la solidaridad que generamos con las personas encarceladas es una solidaridad política, es una solidaridad que tiene una perspectiva revolucionaria y es una solidaridad también que se constituye como resistencia.
presos 2Durante la postdictadura las organizaciones de derechos humanos fueron quedando limitadas a la lucha de los familiares de las víctimas y no se asumió como un problema de la sociedad en su conjunto. ¿cómo ven esta situación?, ¿la Coordinadora se plantea ir más allá en esta lucha?
Por una parte, la Coordinadora ha buscado generar todas las redes de apoyo posible, tanto nacional como internacional en esta lucha por la libertad de los presos políticos. Que no quede delimitada a ciertas organizaciones y a los familiares, sino que pueda ser asumida también desde un movimiento de lucha más amplio por los presos y presas de la revuelta. Eso ha sido como un motor de lucha que ha estado desde un principio presente en la Coordinadora. A pesar de los pocos meses que tenemos de existencia, la Coordinadora ha cumplido ese objetivo porque, por una parte, ha logrado instalar el tema de la prisión política, sensibilizar a los sujetos conscientes respecto a un compromiso y a la solidaridad que debe existir con los presos y las presas políticas. Por otra parte, también la Coordinadora ha sido clara en articular un discurso político que está en sintonía con todas las luchas que se dieron en las semanas y meses posteriores al 18 de octubre. En ese sentido entendemos la necesidad de una transformación social profunda, y entendemos también que la lucha en este territorio no comienza el 18 de octubre, si bien es cierto es un hito que marca una intensificación masiva de la lucha, es un hito histórico sin duda, pero las situaciones de resistencia a este modelo de dominación se vienen dando desde hace décadas.
En ese sentido, entendemos también que la prisión política es un fenómeno que tiene larga data en este país. Y aquí es donde me gustaría también señalar una re definición política y estratégica que ha tenido la Coordinadora y que paulatinamente se ha ido evidenciando en las redes sociales y en todas las redes comunicacionales que tenemos, que es la decisión de ampliar nuestro apoyo y solidaridad a todos los presos y presas políticas, no sólo a los presos y presas que caen en contexto de revuelta, sino que también, a los que están desde antes de la revuelta, muchos de ellos llevan años de prisión. Solidarizamos y apoyamos la lucha de los presos políticos mapuche.
Desde su reciente creación la Coordinadora ¿ha establecido un vínculo con la prisión política del pasado para ligarla a las luchas del presente, sobre todo en lo relacionado a cómo se resiste también dentro de las cárceles?
En estos meses, desde que se conformó la Coordinadora, han participado directa o indirectamente ex presos políticos también, con ellos estamos hablando de la época de la dictadura, de los noventa, y más reciente también. Se han realizado foros internos, con la gente de la Coordinadora, de los familiares, como también abiertos, en donde han participado ex presos políticos de diferentes momentos y épocas, más lejanas y más recientes.
Consideramos fundamental valernos de estos referentes tanto para la lucha afuera, como también para la estrategia y la forma que adoptan los compañeros y compañeras en la prisión. En la actualidad, hemos hecho experiencia con participación o información, que hemos tenido con ex presos políticos y ha sido un importante ejercicio interno y para los familiares también, asimismo hemos intentado trasvasijar estas discusiones-reflexiones a los mismos compañeros, que hoy en día se encuentran en prisión.
¿Cómo pueden las personas no relacionadas directamente con los y las presas de la revuelta vincularse para apoyar su liberación? y ¿cómo han seguido apoyando a los y las presas en esta pandemia?
Como Coordinadora, permanentemente hemos hecho un llamado a solidarizar con los presos de la revuelta, desde los distintos territorios. Entendemos que una de las consecuencias importantes y cruciales del fenómeno del estallido social, del 18 de octubre tiene que ver con la rearticulación de la organización en los territorios a partir de las asambleas territoriales, o el fortalecimiento de muchas que ya existían. Desde ahí, nuestro llamado siempre ha sido a que el tema de los presos y las presas políticas sea una demanda fundamental, dentro de los espacios territoriales de lucha, y también generar los apoyos concretos y materiales que se requieren. Evidentemente, la necesidad de acopio y también de apoyo económico sigue siendo importantísima.
Cabe señalar que en ese sentido hemos tenido un importante apoyo tanto nacional como internacional. Hay muchos recursos también económicos en apoyo a los presos que nos han llegado de diferentes organizaciones de colectivos, individualidades de otros países, muchos de ellos chilenos afuera. El llamado sigue siendo a mantener esta solidaridad activa, tanto en lo político como en lo material y económico. A fortalecer estas redes de apoyo y de comunicación y de articulación que se han ido generando en estos meses.
Bueno, y en este contexto actual es mucho más restrictivo, a propósito de esta cuarentena y estos nuevos modelos de control, que se han implementado de forma abusiva e instrumental. Como Coordinadora hemos apelado a la importancia de las redes sociales para seguir visibilizando el tema del apoyo a los presos y presas, y de sus necesidades, pero tampoco hemos querido dejar completamente las calles. Cada viernes estamos llamando a un día de agitación, de propaganda y movilización por los presos y presas políticas. Reitero, nuestro llamado de solidaridad no es sólo por los presos políticos de la revuelta, sino por los presos políticos en general: los presos y las presas políticas en general de este país. Que se puedan manifestar con algún tipo de rayado, o un cartel, con un afiche en sus ventanas, desplegar lienzos, y seguimos haciendo el llamado al apoyo más material a través del acopio y del aporte monetario.
Se han hecho mítines frente a la Corte de Apelaciones de San Miguel, en la cárcel de mujeres de San Joaquín, frente al Sename -también de San Joaquín-, frente al CAS. También hemos hecho mítines frente a Megavisión, entendiendo la responsabilidad y complicidad de los medios de comunicación, la complicidad que históricamente han tenido con los poderes fácticos y, por tanto, con la represión y por la perpetuación de este modelo perverso.
El llamado sigue siendo a seguir atento a las diferentes convocatorias y agitaciones que buscan la libertad de los presos y presas políticas de la revuelta en este contexto pandémico.
presos 5¿Cuál es el desafío más importante post pandemia?, considerando que la crisis económica y el comportamiento del gobierno y el gran empresariado, han hecho pagar a los más pobres esta crisis mundial.
El principal desafío post pandémico tiene que ver con mantener viva la lucha por la cual muchos de nuestros compañeros y compañeras siguen en prisión. Creo que es fundamental reactivar desde las posibilidades que tengamos, el sentido de lo que dio inicio a la revuelta social del 18 de octubre. Es vital mantener vivo el espíritu de la revuelta, retomarlo desde el lugar en el que nos encontremos y bajo las condiciones represivas con las que nos vamos a encontrar. Sabemos que se nos viene un escenario bastante adverso, tras esta pandemia, pero entendemos que la lucha también debe poder adaptarse a diferentes escenarios. Y continuar viva y presente.
Y también un desafío fundamental tiene que ver con mantener la solidaridad activa y presente, también por todos los compañeros y compañeras que han sido encarcelados por el contexto de revuelta y también por la lucha social más amplia de este país. Luchamos por que nuestros compañeros y compañeras que están en prisión preventiva, por la situación de la revuelta, queden absueltos, salgan en libertad. Pero también sabemos que hay muchos y muchas que van a quedar en prisión, por tanto, esta es una lucha que tiene para un buen rato. No podemos olvidarnos de los compañeros y compañeras que seguirán en prisión.
Respecto al próximo proceso constituyente, que inicia con el plebiscito del 25 de octubre, la Coordinadora 18 de octubre ha definido su posición en el siguiente comunicado:
Como coordinadora 18 de octubre nos posicionamos de manera crítica al proceso constituyente y al plebiscito del 25 de octubre en base a los siguientes argumentos: - Consideramos que es inaceptable e inmoral que se lleve a cabo un plebiscito y un proceso constituyente que surge como una salida institucional a la revuelta social del 18 de octubre cuando hoy en día sigue habiendo decenas de compañerxs presxs de la revuelta. Son ellxs, como tantxs otrxs, quienes pusieron su cuerpo en las calles oponiéndose a un modelo abusivo de dominación y explotación, demandando una sociedad más justa. - El acuerdo por la paz del 15 de noviembre se firma sobre la sangre, los asesinatos, las mutilaciones, las violaciones y el encarcelamiento de innumerables compañerxs, lo que hace aún más repudiable un pacto hecho y acordado por la misma elite política partidista responsable de la perpetuación de la miseria, el abuso y las injusticias de estas últimas décadas. - No olvidamos que quienes firmaron este acuerdo entre cuatro paredes fueron los mismos que en los meses siguientes firmaron un paquete de leyes represivas (ley antisaqueos, anticapucha y antibarricadas), por tanto, el proceso no nos da garantías de la liberación de nuestrxs compañerxs, al contrario, vaticina más represión y encarcelamientos. |