Londres 38 fue un centro de represión, tortura y exterminio de la dictadura civil militar liderada por Augusto Pinochet. Hoy es un sitio de memoria abierto a la comunidad, un espacio para comprender lo que fue el terrorismo de Estado y sus consecuencias en el presente, y un medio para promover procesos de memorias relacionados con el pasado reciente.
En ese marco, frente al conocimiento de la existencia de archivos reservados en la Subsecretaría de Derechos Humanos que contienen testimonios de ex conscriptos del Ejército relatando su participación en la perpetración de graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, manifestamos lo siguiente:
1. Condenamos categóricamente la omisión por parte de las subsecretarías anteriores de entregar todos los antecedentes a la Justicia. Esto replica una práctica que como sitio de memoria hemos denunciado incansablemente. El secreto es antidemocrático y entorpece los procesos de verdad y justicia, perpetuando la impunidad de los culpables. Por ello, en casos de graves violaciones a los derechos humanos, el Estado tiene la obligación de entregar toda la información disponible.
2. Haber mantenido esta documentación cinco años en bodegas, sin revisar ni sistematizar su contenido, analizando solo 200 de los 5.988 testimonios recibidos, no sólo incumple un deber legal que pesa sobre los funcionarios públicos, sino que atenta contra un deber ético que existe respecto de todos los familiares de las víctimas de la represión que aún no reciben justicia.
3. Los hechos denunciados también incumplen con los estándares internacionales que rigen en materia de graves violaciones a los derechos humanos. El Estado tiene la obligación de investigación y debida diligencia, lo que implica que la investigación debe realizarse sin omisiones en la recolección de pruebas, entre otros elementos.
4. Por lo anterior, la respuesta del órgano estatal competente no puede seguir excusándose en la falta de recursos o de personal. El Estado debe garantizar los recursos que sean necesarios con la urgencia que esta deuda histórica merece.
5. El impacto de esta situación es aún mayor debido al momento histórico en que nos encontramos respecto de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. A los limitados avances en materia de justicia se ha sumado el paso del tiempo y el consiguiente fallecimiento de testigos, familiares de las víctimas y represores. Esta impunidad biológica significa que vivimos tiempos fatales para lograr la verdad y la justicia.
6. Llamamos a investigar todas las responsabilidades políticas y judiciales que existan en la materia. Exigimos detener el desmantelamiento de la "Unidad de Programa de Derechos Humanos" del Ministerio de Justicia, que se refuerce la Unidad de Búsqueda y el Programa en su conjunto, que la documentación en cuestión sea analizada y sistematizada por este organismo; y que los antecedentes sean puestos a disposición de la Justicia lo antes posible.
#NoMásArchivosSecretos
Londres 38, espacio de memorias.
