Ante el triunfo de la opción #EnContra en el plebiscito constitucional desarrollado este domingo 17 de diciembre, Londres 38, espacio de memorias, valora el trabajo de rearticulación que se dio entre organizaciones sociales que comprendimos la gravedad de lo que estaba en juego ante una arremetida de ultra derecha con una propuesta que nos hacía retroceder aún más en nuestros derechos humanos, que incluyen los derechos económicos, sociales, políticos y culturales. Destacamos la resistencia de los movimientos sociales que se volcaron a hacer campaña -en sus más diversos modos-, luego de duros años de represión e impunidad. Creemos que esta rearticulación será fundamental para las luchas que seguirán por la defensa de nuestros derechos y la conquista de aquellos que aún no se han consagrado.
Reiteramos que nunca compartimos ni el fondo ni la forma del segundo proceso constitucional que terminó fracasando claramente en las urnas. Desde un principio denunciamos el carácter ilegítimo y antidemocrático de este proceso que se demostró como un intento de ampliar los privilegios de algunos, y bloquear toda posibilidad de reformas futuras, contradiciendo el sentido original de la revuelta popular que hizo posible el momento constituyente. Por esto, ahora exigimos, que nadie se arrogue la representación popular en nuevos intentos de cambio constitucional entre las paredes de un congreso deslegitimado. Sabemos que este es un proceso que se va a retomar y cuando aquello ocurra será indispensable la participación popular.
Hoy decimos con fuerza que es tiempo de no soltar nuestros derechos. Hace sólo cuatro años Chile despertó contra la desigualdad estructural e inició la masiva revuelta popular que fue fuertemente reprimida por el Estado a través de graves violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, ello no ha extinguido los reclamos populares por un nuevo modelo de sociedad; reclamos que tampoco se acabarán con el fracaso de un proceso constitucional que el poder político impuso como salida a la crisis de 2019.
Hoy instamos a volver a señalar la desigualdad como un problema histórico y estructural. Esta es la misma desigualdad frente a la que se levantaron los pueblos que habitan Chile durante todo el siglo XX Entre esos y esas protagonistas se cuentan las personas víctimas de Londres 38. Hoy es necesario volver a disputar el contenido de valores apropiados por la derecha en su discurso, como la libertad, limitada al mercado, y la solidaridad circunscrita a la beneficencia. Hoy es tiempo de ampliar los procesos de organización para afrontar los desafíos del futuro a través de una unidad en la diversidad, y de los nuevos aprendizajes que ella nos entregará.
Compañerxs, sigamos luchando.