Desde Londres 38, espacio de memorias, despedimos con cariño y admiración a Guillermo Rodríguez Morales, el "Ronco", ex militante del MIR y combatiente de la resistencia contra la dictadura. El "Ronco" -apodado así debido a la peculiar característica de ronquera que le quedó como consecuencia del envenenamiento de que fue objeto a fines del año 1981, cuando se encontraba prisionero en la Cárcel Pública de Santiago-, fue un reconocido militante revolucionario que durante la lucha contra la dictadura fue parte de las Milicias de la Resistencia Popular.
Como recoge el medio Resumen, "Guillermo Rodríguez era originario de Santiago; desde hace unos años se trasladó a vivir en la comuna de Maullín, en la costa de Puerto Montt, donde falleció a los 72 años de edad".
Desde muy joven, Rodríguez se integró a las organizaciones y acciones populares propias de la época de los años 60. "A fines de los años 60 formaba parte de grupos de estudiantes secundarios que reunían a los sectores más radicales del estudiantado organizado en pro de demandas propias y en solidaridad con las movilizaciones populares de diversos sectores de trabajadores. A poco andar se integró al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y allí se desempeñó en la Brigada Secundaria de esa época, antecesora del Frente de Estudiantes Revolucionario (FER) que prontamente impulsó el MIR", expone Resumen.
Como cuenta en los fragmentos de su testimonio -que puedes encontrar en el archivo digital de Londres 38-, un momento clave en su vida se produjo cuando pasó a integrar un grupo especial en la defensa del presidente Salvador Allende, durante la Unidad Popular. Estudioso y valiente, viajó a Cuba a especializarse, donde conoció a Fidel Castro.
En junio de 2011, Guillermo Rodríguez hizo la siguiente reflexión sobre historia, militancia y revolución: "La historia la escriben los vencedores, la historia misma es la continuación del combate, se trata de borrar todo vestigio de los que fueron proyectos revolucionarios, de lo que fue la vida, de lo que fueron los militantes, y construir caricaturas. Pero recuperar la esencia de lo que fue la militancia, recuperar las historias de vida, tratar de recuperar el proyecto revolucionario y tratar de contar la historia desde nuestra óptica, de los derrotados, es importante (…) es un conocimiento para que sea usado y asumido en las nuevas propuestas de luchas que necesariamente se van a dar, o que se están dando…".
En nuestro archivo digital puedes encontrar los libros autobiográficos "De la brigada secundaria al Cordón Cerrillos" y "Destacamento Miliciano José Bordaz". En este último, se habla de la experiencia del autor desde su expulsión de Chile, su preparación político militar, su reingreso de forma clandestina y sus actividades como integrante del Destacamento Miliciano José Bordaz, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). En alguno de los pasajes el autor recuerda a algunos compañeros caídos, como Santos Romeo dirigente de Perlack, el Chico Tito y el chico Lucho de la José María Caro y Martín Elgueta, el Guatón Renato "que más que jefe, había sido un amigo, un hermano mayor, y a veces hasta un confidente".
En nuestro archivo también está disponible la Carta abierta que Guillermo dedicó a Martín Elgueta en el Día Internacional de Víctimas de Desapariciones Forzosas. En el inicio del texto, "Ronco" expone: "Querido compañero, te escribo en este día que se ha instaurado para recordar y condenar la práctica de la desaparición forzosa desarrollado en tantas partes del mundo por los aparatos represivos de quienes detentan el poder. Hace no mucho que me encontré con tu hermana, precisamente en Londres 38, lugar a donde te llevaron los agentes de la DINA y desde donde hicieron desaparecer tu cuerpo, asesinándote como a tantos otros, pero pretendiendo que te convirtieras en un 'desaparecido'. Es curiosa la palabra 'desaparecido' porque si los innombrables pretendían que desaparecieras de nuestras vidas, de nuestra historia, de nuestra cotidianeidad, nunca lo han logrado. Si es cierto, no entregaron nunca tu cuerpo, nunca supimos de qué forma te mataron y dónde quedaron tus restos mortales. Pero ¿Desaparecido? ¡Jamás!".
"No se si a Pato Jorquera, a Renard, a Renatos Arias, a Juan Sepulveda, solo por señalar algunos de quienes fuimos compañeros de esa Brigada Secundaria mágica de 1968 les pase lo mismo, pero para mi tu nunca has desaparecido. Es más, cada vez que paso por una Fuente Alemana te veo sirviéndote un lomito, frente al Manuel de Salas te veo junto a la María tu compañera de banco, en Pajaritos a la entrada de Maipú te veo conversando con Santos Romeo y el Guajiro, mientras el Chino, el Adrian y el Máximo te apuran para que entremos a reunión", sigue.
En nuestro canal de YouTube, en tanto, puedes ver la animación de "Trazos de memoria" sobre la toma de un supermercado durante el paro patronal de 1972, basada en testimonio de Guillermo Rodríguez.
Galería
La primera fotografía de la galería de imágenes que encontrarás a continuación corresponde a una huelga de hambre de los presos políticos en 1991. Rodríguez estuvo recluido en la ex Cárcel Pública de Santiago desde 1981 junto a Juan Ordenes, Miguel Ángel Colina y Ramón Casanellas por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado. La imagen corresponde a una huelga de hambre iniciada a principios de octubre de 1991 por los presos políticos como muestra de protesta y lucha por sus libertades.
También encontrarás una fotografía del exdiputado Andrés Aylwin, abogado y militante del Partido Demócrata Cristiano (DC), en visita a presos políticos en huelga de hambre en la ex Cárcel Pública de Santiago en 1991. Aylwin ejerció un rol activo como defensor de los derechos humanos a través de la representación judicial de los presos políticos, participando además en el Comité Pro Paz y la Vicaría de la Solidaridad durante la dictadura chilena.
Las siguientes son fotografías de presos políticos en la Cárcel Pública de Santiago. De izquierda a derecha se identifica a Guillermo Rodríguez, Hugo Marchant y Sergio Silva, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), condenados a pena de muerte por la justicia militar durante la dictadura cívico militar chilena. En la última, de junio de 1987, aparecen los presos políticos recluidos en la Cárcel Pública de Santiago realizando trabajos manuales con madera. En la imagen se observa a Guillermo Rodríguez con lentes y a Humberto Trujillo.