Por Paulina Hidalgo.- Jorge Flores tenía 16 años cuando en julio del 74 fue detenido y trasladado al centro de torturas de calle Londres 38. Era un estudiante sin militancia política, de ahí que su aprehensión sólo respondiera a la idea de conseguir que su hermano mayor se entregara.
Allí, en los calabozos de la llamada, "casa del terror", él vivió dos semanas de suplicios inenarrables y a partir de ello su vida experimentó un vuelcó. Ayer, 31 años después, Jorge se reencontró con sus recuerdos, pero esta vez la tristeza, rabia e impotencia se mezclaron con la satisfacción derivada de haber conseguido -por fin- que Londres 38 fuera declarado monumento histórico.
"Este avance permitirá recuperar la memoria de lo ocurrido, especialmente para los jóvenes. Siento que ahora podré caminar con serenidad por la calle Londres, sin sentir que el lugar me atemoriza o que existe una deuda pendiente con el resto de los chilenos", dijo emocionado.
Para el ministro de Educación, Sergio Bitar, quien se encargó de formalizar el cambio de rótulo de la construcción que hoy lleva el número 40 y cobija al Instituto O'Higginiano, "la decisión que ya ha sido aprobada por el Consejo de Monumentos Nacionales representa un hecho emblemático para la promoción de la cultura de los derechos humanos en nuestro país".
Bitar subrayó la importancia del hecho al explicar que el céntrico inmueble acogía a la sede comunal de Santiago del Partido Socialista y después del golpe, en noviembre del 73, se transformó en el primer local utilizado para torturar por la Dirección Nacional de Información (DINA). Además se trata del único centro de detención de importancia del país que no ha sido destruido por el paso del tiempo o la intervención humana.
"Según datos de los informes Rettig y Valech, en este lugar fueron ejecutadas alrededor de 94 personas que ingresaron como presos políticos, de ellos 81 eran hombres y 13 mujeres, tres de las cuales estaban embarazadas y en su inmensa mayoría se trataba de jóvenes" indicó la autoridad.
Recuadro: Otros lugares, otras voces |
---|
El secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Angel Cabezas, comentó a La Nación que desde el año 96 a la fecha se han declarado monumentos nacionales los centros de torturas de los Hornos de Lonquén, Villa Grimaldi y el Estadio Nacional. Asimismo, la semana pasada se aprobó un proyecto de creación de un museo y memorial en el centro de torturas de José Domingo Cañas. "Lo llamativo es que en el lugar también se levantará un edificio, el que por acuerdo de la inmobiliaria dueña del terreno, las víctimas y el consejo, tendrá relación con el espacio histórico que lo cobija. Además se está estudiando la creación de un monumento en lo que fueran los centros de tortura de la Fach Nido 20", dijo Cabezas. El personero indicó que la meta del consejo es que en cada región exista un lugar protegido, de manera que cumpla con el objetivo de recuperar la memoria y ser un punto de encuentro. |
Torturas cerca de La Moneda
La idea de crear este monumento surgió de los mismos familiares de los torturados o detenidos desaparecidos en el lugar y de las víctimas que sobrevivieron. En las próximas semanas se instalará allí una placa en alusión a lo que ocurrió y luego se trabajará con la Comisión de Monumentos Nacionales y la Dirección de Presupuestos en la creación de un espacio de conmemoración de la memoria histórica, promoción de los derechos humanos.
Para el senador Carlos Ominami, promotor de la iniciativa, este hecho es un monumento al nunca más: "Londres 38 no es uno más dentro de los recintos de det ención, este lugar funcionó en pleno centro de Santiago, a menos de 500 metros de La Moneda. De manera que se hace particularmente inverosímil que gente que estuvo en el gobierno durante esa época hoy diga que no tenía idea de lo que allí ocurría".
Aunque la negativa inicial del director del Instituto O'Higginiano, el militar en retiro Washington Carrasco, pudo detener la declaración de Londres 38, finalmente se llegó a un acuerdo y los dueños de la propiedad podrán instalarse en otro lugar para continuar con sus actividades.
En este contexto la vicepresidenta de la Comisión Valech, María Luisa Sepúlveda, comentó que junto con su informe, se hizo llegar al responsable de la Comisión de Monumentos Nacionales,Ángel Cabezas, un listado de datos de más mil cien lugares de tortura. De hecho, según Sepúlveda, en cada región del país existe uno o más lugares que las víctimas desean recuperar. (Ver recuadro).
"Es fundamental para las nuevas generaciones crear este tipo de monumentos que permiten relacionar el pasado con el presente y proyectarse al futuro, pues de lo contrario la sociedad tiende a negar lo ocurrido, a olvidarlo y eso no se puede permitir", expresó María Luisa Sepúlveda.
Educación para la memoria
Tras la ceremonia, Miguel Ángel Rebolledo, que tenía 23 años cuando estuvo cerca de un mes detenido en Londres 38 , dijo que la transformación del lugar en monumento "es un gran logro para los familiares y los testigos sobrevivientes como yo. Además posee una especial significación histórica que la gente debe conocer a través de un museo u otra iniciativa de difusión. Y es que por allí pasó gran cantidad de desaparecidos, entre ellos los 119 de la Operación Colombo".
En la misma línea, Gloria Elgueta, hermana del militante del MIR Martín Elgueta, que tenía 21 años al momento de su detención y de quien, tras su paso por Londres 38, nunca más se tuvo noticias, señaló que lo fundamental es que se promueva una iniciativa que permita concretar un ejercicio activo de educación en la memoria. "Más allá de la instalación de placas o elementos que la gente vea, se trata de realizar una interlocución con la gente para que la historia se conozca y cada cual se haga cargo de su responsabilidad como ciudadano hoy", dijo Gloria.