El proyecto, que ha significado un trabajo de dos años y cuenta con el financiamiento del programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, contempla la instalación de 300 pequeñas placas de mármol blanco y granito negro, a lo largo de unos 200 metros de la calle Londres, entre la Alameda y la calle Paris. Este recurso repite las baldosas blancas y negras que aún pueden verse en la entrada del inmueble, y que los detenidos veían por debajo de la venda que les cubría los ojos.
En la vereda frente a la casa se dispondrán 96 placas de fierro, grabadas con los nombres, edad y militancia de los 83 hombres y 13 mujeres que hasta el momento hemos establecido que pasaron por Londres 38 y que fueron ejecutados, desaparecieron o murieron a consecuencia de las torturas. El objetivo es recuperar la memoria de la identidad social, generacional y política de las víctimas y, al mismo tiempo, protagonistas de esta historia. La disposición de las placas interpela al transeúnte, ya que permite caminar sin necesidad de pisarlas pero, hacerlo o no, así como detenerse o continuar, implicará una decisión que impedirá permanecer indiferente a la intervención.
En la fachada del edificio, el proyecto contempla también la instalación del número 38, sobre el número 40. De esta forma, la restitución del número original no implicará la supresión del número 40. Al mantener ambos, se recupera la historia y se pone de manifiesto, al mismo tiempo, la huella del ocultamiento.
La fecha prevista para el término de las obras es la segunda quincena de agosto, período durante el cual la calle permanecerá cerrada al tránsito vehicular. Más información sobre el proyecto aquí.