Organizaciones humanitarias de todo el continente latinoamericano demandaron al presidente Barack Obama el cierre definitivo de la Escuela de las Américas que funciona en Estados Unidos, la que califican como "un lugar para formar asesinos". La exigencia fue acompañada en varios países de la región con movilizaciones y manifestaciones callejeras durante la semana recién pasada. Según estas organizaciones defensoras de los derechos humanos, la Escuela de las Américas potencia la preparación militar de los soldados que envían en misiones de apoyo a diversos países.
Los activistas de los derechos humanos acusaron que la actividad de la Escuela de las Américas así como la política gubernamental que le da sustento desde el Pentágono ha significado graves delitos de lesa humanidad en la zona, incluidos los cometidos durante las dictaduras militares de la década de los 70 y 80 en numerosos países de la región. "Esta es una forma de intervención por parte de los Estados Unidos, lo que siempre termina con resultados trágicos para las personas", indicó un comunicado del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas, que aglutina a activistas de casi todos los países de América Latina, incluido Chile.
Lo más grave - añadió la nota de prensa- es que una vez finalizado el período de las dictaduras, se continúa enviando desde Chile y países latinoamericanos soldados para que se vuelvan expertos en técnicas militares, que incluyen la tortura y otro tipo de abusos.
La abogada del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile, Alejandra Arriaza, dice que además del cierre de la institución los activistas también demandan la investigación de los crímenes cometidos por sus graduados. Informó que "pedimos a Obama en Estados Unidos y en distintos países, a través de un proyecto de ley, que se cierre la escuela y crear una comisión que investigue los crímenes relacionados. En Chile, Colombia y otros países donde se envían militares, se han formulado peticiones a los presidentes con nuestra opinión al respecto".
Según la abogada, existe en Estados Unidos un proyecto de ley para el cierre de esta entidad desde 2006, y que se vota anualmente. La última vez no se aprobó por sólo por seis votos.
Numerosas organizaciones en los países latinoamericanos prepararon manifestaciones contra la inmovilidad del gobierno de los Estados Unidos ante la demanda de cierre, por lo que se ha pedido la intervención de los presidentes de sus respectivos países para que dejen de enviar soldados a las aulas de la Escuela de las Américas, donde fueron formados varios de los ex dictadores de la región, así como sus jefes de la represión y agentes que aplicaron el Terrorismo de Estado contra los ciudadanos de sus países.
La Fundación Regional de Asesoría por los Derechos Humanos de Ecuador, presidida por Luis Saavedra, califica como "una vergüenza que todavía sigan mandando soldados a preparase en técnicas contra la integridad de las personas". Saavedra argumentó su rechazo "a la preparación y capacitación militar de América Latina en la Escuela de las Américas, una escuela de torturadores donde se implementan conceptos ajenos a nuestra cultura y vinculados con los intereses dominantes de los Estados Unidos. Sus resultados son desastrosos, con participación de estos militares en la debacle democrática del continente".
En Chile, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira señaló que en nuestro país se sufrieron las peores consecuencias de esta escuela que denominó de "asesinos".
"Debemos ver que esos crímenes fueron realizados por militares adiestrados en la Escuela de las Américas, los dictadores del Cono Sur reciben su influencia y aplican terrorismo de Estado de la forma más terrible para las naciones, la conciencia de sus países y el sufrimiento de tantas muertes a causa de ello", añadió Alicia Lira.
En tanto, el sacerdote Roy Bourgeois, junto a sindicatos, sobrevivientes de tortura, veteranos de guerra y activistas de derechos humanos ayunaron frente a Casa Blanca demandando el cierre de Escuela de las Américas y el fin de la injerencia militar estadounidense.
En América Latina, en Honduras, Venezuela, México y Chile se realizaron acciones de apoyo a la movilización en Estados Unidos.
El lunes 4 de abril el sacerdote Bourgeois, junto a activistas del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOAW, por sus siglas en inglés), iniciaron un ayuno de seis días en los Estados Unidos, demandando al Presidente Barack Obama que cierre por orden ejecutiva la controversial Escuela de las Américas, hoy denominada Instituto del Hemisferio Occidental para la Seguridad y Cooperación (SOA/WHINSEC).
El ayuno se realizó en la ciudad de Washington y terminó con una marcha a la Casa Blanca el domingo 10 de abril, seguida de actos de desobediencia civil no violenta.
Lisa Sullivan, coordinadora para América Latina de SOAW, dijo que no sólo es una protesta contra la Escuela de las Américas, sino también contra nuevas expresiones de militarismo. "Está presente en las bases militares de Estados Unidos, en la construcción de nuevas sedes militares, en la restauración de la Cuarta Flota que navega por nuestros mares con bombas nucleares, está presente en nuevas pistas de aterrizaje, puertos que está utilizando para llevar sus embarcaciones. Todo esto es algo que preocupa gravemente a todos los que somos de América", dice Sullivan.
En Chile, los activistas demandaron al gobierno de Sebastián Piñera que no siga enviando soldados chilenos a la Escuela de las Américas ni conceda beneficios carcelarios, ni indultos a los militares violadores de los derechos humanos, muchos de ellos formados en las aulas de las Escuelas de las Américas, sobre todo en el periodo en que estuvo instalada en el Canal de Pananá.
La abogada chilena Alejandra Arriaza, dice que se suman a estas actividades porque "los actos que han cometido los graduados de la Escuela de las Américas tienen que ver con las mayores violaciones y atrocidades a los derechos humanos que se cometieron en nuestro país".
La abogada agregó que entregaron una carta en la Embajada de los Estados Unidos pidiendo que se cierre la Escuela de las Américas y que se investigue la actuación de los graduados entrenados allí.