A partir de este trabajo, Magasich expuso en Londres 38, espacio de memorias, la metodología que utilizó para realizar la investigación histórica que dio como resultado estos dos tomos que contienen la más acabada recopilación de antecedentes sobre la resistencia al golpe de centenares de marinos, muchos de los cuales fueron reprimidos un mes antes del golpe de 1973.
En su exposición, Magasich describió el uso de las fuentes, la forma en que las fue ordenando, cómo estudió el proceso judicial y la forma en que integró además los testimonios de los abogados vinculados a la causa, el relato del fiscal acusador y las referencias a los escritos y memorias de los almirantes de la Armada, incluido el comandante en jefe de la institución e integrante de la Junta Militar, José Toribio Merino.
El debate fue conducido por las interrogantes metodológicas formuladas por Karen Donoso, historiadora e integrante del equipo de Investigación Histórica de Londres 38, espacio de memorias. La profesional indagó sobre la metodología de levantamiento de datos, la clasificación de las distintas fuentes y el método de escritura usado por Magasich.
El historiador cuestionó la formación académica e histórica que imparten actualmente los institutos militares, los cuales recurren a autores y textos que sólo entregan la visión predominante de las jefaturas de las FFAA que, influidas por la Doctrina de Seguridad Nacional, ocultan episodios de la historia (como los levantamientos de la Armada en los años 25, 31 y 61), omiten la represión que han ejercido (como el arresto de más de 200 marineros antes del golpe del 73 o el uso de la Esmeralda como centro de torturas), justifican el golpe militar y elogian los 17 años de dictadura.
Tanto Magasich como Karen Donoso enfatizaron sobre las dificultades y obstáculos que encuentran los investigadores al momento de buscar en archivos oficiales que, pese a pertenecer a organismos públicos, permanecen "cerrados" al uso. Ello ocurre particularmente con los archivos de las Fuerzas Armadas, la policía, y ministerios como el Defensa, Interior y Relaciones Exteriores. Destacaron que no existe una política de mantenimiento y orden de los archivos, los cuales muchas veces además están sin clasificación. Magasich propuso además que los historiadores inicien una campaña para que en el 2013, a 40 años del golpe de Estado de 1973, sean desclasificados todos los archivos que están localizados en dependencias de distintos poderes, principalmente los de las Fuerzas Armadas y servicios de inteligencia, los cuales también son órganos públicos.