El general Fuente-Alba, en una entrevista pactada con El Mercurio ha señalado que "lo único que nos apena es la situación, que atraviesan algunas persona que, habiendo pertenecido a las filas del Ejército y que hoy tienen avanzada edad o situaciones médicas complejas, uno podría darles una mirada en términos humanitarios, ya que viven tanto en lo personal como en lo familiar, situaciones muy complicadas. Sí, efectivamente nos entristece ver que todavía esas personas, permanecen ancladas a una situación de hace 40 años".
Rechazamos tales declaraciones del jefe del Ejército, quien reclama una "mirada humanitaria", se "apena" y "entristece" por quienes son responsables de crímenes de lesa humanidad y graves violaciones a los derechos humanos y no manifiesta ningún sentimiento parecido por las víctimas de los criminales, sus familiares y la sociedad que han sido afectadas por estos actos reiteradamente comprobados por las investigaciones judiciales.
Es inaceptable esta actitud de la autoridad castrense que busca influir en la autoridad política y en las decisiones judiciales, contraviniendo la prescindencia política a la que las Fuerzas Armadas están obligadas y que él debe respetar.
Interpelamos a las autoridades de gobierno para que: primero, reafirmen públicamente la norma que se aplica y prevalece en todas las naciones civilizadas del mundo, cualesquiera sean su régimen político o su signo ideológico, y que determina que las Fuerzas Armadas no son deliberantes y deben estar subordinadas a la autoridad civil institucionalmente establecida; y segundo, exijan públicamente al comandante en jefe del Ejército no intervenir en asuntos que están bajo la decisión de otros órganos del Estado. No hacerlo será un nuevo gesto de complicidad con quienes pretenden perpetuar la impunidad.
Demandamos a los parlamentarios y candidatos al Congreso y la Presidencia de la República que se pronuncien en igual sentido, rechazando estas declaraciones y comprometiéndose a hacer respetar las sentencias judiciales que han recibido o recibirán los represores aún después de 40 años por los crímenes cometidos.
Londres 38, espacio de memorias
Santiago de Chile, julio de 2013.