La decisión del magistrado en parte respondió a la presión ejercida desde los sitios de memorias y las agrupaciones de derechos humanos, en particular a la campaña "No más archivos secretos" emprendida por Londres 38, espacio de memorias. Esta iniciativa apunta a fortalecer la lucha contra la impunidad, por más verdad y justicia, y tiene por objetivo que el Estado adopte las medidas que permitan el acceso total y sin restricciones a los documentos recopilados por las comisiones Rettig y Valech (esta última con secreto de 50 años), los archivos sobre la actividad represiva de las ramas de las Fuerzas Armadas y los organismos policiales, así como ubicar y abrir los archivos generados por la DINA y la CNI.
El acceso sin restricciones a la totalidad del archivo de la ex Colonia Dignidad es necesario para conocer la magnitud de los delitos cometidos en ese lugar, que no solo incluyen crímenes de lesa humanidad, sino también operaciones de chantaje, contrabando de armas, abuso sexual a niños y niñas, entre otros.
"No hay razones ni excusas para haber mantenido bajo secreto durante nueve años estos documentos que registran los delitos de una organización criminal. Tampoco hay razones para que los organismos del Estado que hoy tienen el conjunto de los documentos (las 39 mil fichas) no adopten medidas rápidas y transparentes para facilitar el libre acceso de la ciudadanía y sus organizaciones a esta información", indicó una nota difundida por Londres 38, espacio de memorias, poco después de la decisión judicial.
Las fichas entregadas por el juez corresponden a 229 personas que estuvieron en Villa Grimaldi, 93 en Londres 38, 59 en José Domingo Cañas y 26 en la casa de Irán con Los Plátanos (Venda Sexy), quienes se encuentran detenidas desaparecidas o fueron ejecutadas por la DINA. Pero estas 407 fichas es una parte ínfima del archivo incautado en la ex Colonia Dignidad, y deja en evidencia que la información sobre la represión en ese lugar está relacionada a otros archivos con los que trabajaron quienes construyeron y alimentaron este conjunto de documentos.
La Colonia Dignidad desde su instalación en Chile actuó vinculada a la extrema derecha; así lo hizo cuando Patria y Libertad usó el recinto para operaciones clandestinas contra el gobierno de Salvador Allende, y luego en dictadura, cuando se hizo parte de la red de centros de represión, tortura y exterminio de la DINA.
Qué contienen las fichas
A partir de una revisión general de las fichas entregadas a Londres 38, espacio de memorias hemos podido constatar lo siguiente:
Las 93 fichas que el juez entregó a Londres 38, espacio de memorias, permiten confirmar la profunda complicidad de la ex Colonia Dignidad y la DINA.
Es un archivo de inteligencia y seguimiento de personas y casos, construido casi exclusivamente con fuentes abiertas (prensa nacional y extranjera), informes partidarios capturados y prensa clandestina de izquierda. En algunos pocos casos hemos visto información que pareciera provenir de informes de inteligencia. La mayor parte de la información contenida en las fichas ha sido recogida de diarios chilenos como El Mercurio, La Tercera, Las Últimas Noticias, El Cronista, Fortín Mapocho y las revistas Apsi y Análisis, así como de periódicos de América Latina y Europa. Ello se complementa con informes de seguimiento de causas de violaciones a los derechos humanos elaborados por Amnistía Internacional, la Organización de Naciones Unidas (reseñada en las fichas por sus siglas en inglés, UNO), boletines de la Vicaría de Solidaridad y otros.
Las fichas están elaboradas en español, inglés y alemán. En algunos casos los datos están traducidos al español cuando los documentos fueron procesados por la PDI por encargo del juez instructor.
Las fichas incluyen informaciones comprobadamente falsas, como las relacionadas a la Operación Colombo, el montaje comunicacional de la DINA -con la colaboración de organismos de inteligencia de Argentina y Brasil- para encubrir los crímenes de 119 personas y que fue ampliamente difundido por la prensa chilena.
Las fichas también dejan en evidencia la existencia de otros archivos, tales como los reseñados "Informe Molli" y el "expediente Schlosser", que aparentemente no están anexados a las fichas. También arrojan pistas sobre la existencia de fichas de personas sobrevivientes, así como de personas que no fueron detenidas.
Los documentos abarcan un extenso periodo temporal, que va desde 1974 hasta 1992. Por ello es importante para un análisis en profundidad, el acceso al conjunto del archivo.