Juan Ibarra Toledo, estudiante de Servicio Social en la Universidad de Chile, fue secuestrado sin testigos la tarde del 20 de julio de 1974, poco después de visitar a su madre en el lugar en que ésta trabajaba.
Pero personas detenidas y sobrevivientes que permanecieron en Londres 38, que entonces era usado como centro de represión de la DINA, declararon ante la justicia que estuvieron junto a Juan Ibarra, quien se encontraba en mal estado como resultado de los interrogatorios con torturas a los que fue sometido.
También hay testigos de su permanencia transitoria en la casa de Irán y Los Plátanos, en comuna de Macul, donde también fue interrogado por la DINA.
Una semana después de su secuestro hizo un contacto telefónico a su casa e indicó a su madre un número de teléfono por si recibía llamados de unas amigas. El número resulto ser de una oficina del Ministerio del Interior y fue la última vez que su madre escuchó su voz.