Bajo la amenaza de que pueda ingresar la fuerza de carabineros y sean obligados a hospitalizarse y a alimentarse vía endovenosa, los ex prisioneros quieren conseguir un compromiso de que podrán acceder a medidas reparatorias justas y dignas. Acusan al gobierno de "indolencia" no solo porque no han sido escuchados, sino también por incumplir los compromisos adquiridos el año pasado en la llamada "Mesa de alto nivel" que encabezó el obispo Alejandro Goic.
Esa instancia, explican, fue conseguida luego de una larga huelga de hambre de un centenar de personas que partió en Rancagua y que luego se fue masificando. A fines de diciembre del año pasado, el obispo envió una carta en la que anunció el término de su mediación y manifestó su decepción por la escasa voluntad política gubernamental para seguir avanzando con medidas reparatorias estables, con una legislación actualizada y adecuada, así como soluciones que acompañen a las personas de avanzada edad y su atención médica.
Las demandas de este grupo solo dan continuidad a las ya planteadas en la "Mesa de alto nivel"; es decir exigen un aumento de sus pensiones vitalicias entregadas por la llamada ley Valech, un centro de salud especializado para la atención de personas que sufrieron represión directa, una reformulación al Programa de Reparación y Atención Integral en Salud y Derechos Humanos (Prais), aumento de las coberturas de las becas Valech y fin de los 50 años de secreto impuestos al informe de la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura, que impide el acceso a los documentos, testimonios y antecedentes que fueron aportados por las víctimas de los crímenes de lesa humanidad.
Si bien los manifestantes han recibido crecientes muestras de solidaridad y apoyo, reclaman el completo desinterés del gobierno sobre cómo se encuentran, "por último para saber qué pasa con nosotros", dice Carlos Valero Vargas, vocero de los huelguistas.
Hasta el local de los pensionados de Chile, solo han llegado de manera aislada algunos parlamentarios como Tucapel Jiménez, Giorgio Jackson, Alejandro Navarro y Gabriel Boric. El viernes de la semana pasada también estuvo la senadora y presidenta del PS, Isabel Allende, quien escuchó las demandas y se comprometió a transmitirlas al gobierno, lo que sucedió al lunes siguiente, luego del comité político, cuando se reunió con el ministro del Interior Mario Fernández.
Pero siguen esperando, mientras se les va la vida.
