El jueves 26 de septiembre se realizó un conversatorio titulado "La importancia de rescatar la memoria y los derechos humanos a nivel local" en el Complejo Educacional José Miguel Carrera. Esta iniciativa fue consolidada mediante un convenio de colaboración entre la Municipalidad de Quilicura y Londres 38, espacio de memorias.
Entre los asistentes estuvieron el encargado del Departamento de Niñez y Juventud, Martín González Cáceres; el director del Complejo educacional José Miguel Carrera, y un diverso grupo de estudiantes interesados en la temática de la instancia. Este evento generó un ambiente de diálogo y reflexión frente a la memoria local.
La Escuela de Formación de Agentes de Memoria y derechos humanos, una iniciativa que también surge del convenio entre el municipio y Londres 38, espacio de memorias, ha implementado actividades educativas con el objetivo de abordar colectivamente el rol que posee la memoria y cómo ello se relaciona con los derechos humanos en la comuna de Quilicura. Como señaló uno de los expositores de la jornada, "la memoria no es algo del pasado, sino que está presente en nuestras acciones cotidianas y en la forma en que interpretamos y resignificamos la historia".
Entre los expositores estuvieron Camilo Vallejos, historiador quilicurano, Magíster en Historia en la Universidad de Santiago de Chile (USACH), quien abordó el tema de la memoria histórica como una forma de justicia social. Por su parte, Kristel Farías, integrante del equipo de Memorias de Londres 38, reflexionó sobre el rol que poseen las organizaciones comunitarias en dar a conocer y defender los derechos humanos; mientras que Rodrigo Salinas, egresado de la Universidad Arcis, militante del MIR, prisionero político en dictadura y participante de la recuperación de sitios de memoria, discutió sobre la importancia de la educación en torno a la memoria. Finalmente, Millaray Tejo, estudiante de derecho de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, compartió su visión acerca de los desafíos y oportunidades para la defensa de los derechos humanos a nivel local.
El conversatorio, en el que también estuvo presente la facilitadora de Londres 38 Maíra Máximo, se destacó por ser un espacio de diversas opiniones y reflexiones en torno a una misma temática. Durante la jornada Vallejos explicó que la memoria colectiva se conforma a partir de experiencias, recuerdos y conocimientos compartidos entre las personas, e ir construyendo con ello la identidad comunitaria. También enfatizó la relevancia de entender la memoria desde distintas visiones e interpretaciones. "El espacio de la memoria es un espacio de lucha, de conflicto, y de disputas". En ese sentido, se hizo una interrelación entre los temas abordados con la historia de Quilicura, destacando su crecimiento demográfico y cómo este fenómeno influye y transforma su memoria histórica.
Por su lado, Rodrigo Salinas destacó que la memoria se caracteriza por estar impregnada de emociones y que para muchas personas no siempre es fácil llevar a cabo el acto de recordar. No obstante, resaltó que conmemorar es una forma de mantener los espacios de reflexión sobre la historia en cada comunidad y espacio.
Finalmente, Millaray Tejo expuso la necesidad de desarrollar iniciativas para relevar la memoria y, con ello, construir un futuro más justo a través de la educación con enfoque en derechos humanos y la participación en actividades como esta. Asimismo, destacó que los jóvenes de la comuna pueden tomar un rol activo sobre la preservación de la memoria.
El conversatorio concluyó con una mesa redonda en la que los asistentes tuvieron un momento para realizar preguntas y compartir sus propias reflexiones. Entre las opiniones dadas se destacó la de Dafne, una estudiante de 15 años, quien señaló: "la memoria es importante para que no vuelvan a pasar cosas trágicas. La memoria es enseñanza y está en todos lados".
Este tipo de instancias son primordiales para mantener viva la memoria y los derechos humanos en las comunidades. La creación de espacios donde las personas puedan dialogar y reflexionar sobre su historia permite entender el pasado como una herramienta para alcanzar la justicia, y se convierte, además, en un motor fundamental para transformar y construir un futuro más justo.
