Un grupo de desconocidos ingresó al lugar sustrajo un computador portátil y destruyó documentos históricos relacionados con la historia del Complejo Maderero Panguipulli que gestionaron los trabajadores forestales durante el periodo de la Unidad Popular, así como de las guerrillas de Neltume de 1973 y 1981.
La directora del sitio de memoria, Angélica Navarrete, denunció que se trata de un ataque de "carácter político", ya que solo fue sustraído un computador y que la acción más bien fue dirigida a quemar el lugar, ya que el incendió afectó a la sala dedicada a los detenidos desaparecidos, aunque no se propagó a otras dependencias.
La fiscal de Panguipulli, Claudia Baeza, que inició la investigación el lunes ordenó los primeros peritajes y diligencias para esclarecer los hechos. Mientras, la directiva del Museo de la Madera y la Memoria de Neltume emitió un comunicado denunciando el ataque, detalla los efectos del incendio y robo y solicita acciones de solidaridad. "Creemos que este atentado incendiario es una amenaza cobarde a la memoria de nuestro pueblo de Neltume y a la historia social de los pobres del campo y la ciudad de Chile", indica la nota de prensa (ver abajo texto completo).
El Museo de la Madera y la Memoria de Neltume contiene documentación y muestras del periodo en que 22 grandes fundos forestales fueron tomados y expropiados por sus trabajadores durante el gobierno de Salvador Allende. La organización de los trabajadores del complejo maderero y su participación en la administración de la empresa dio origen a una de las más desarrolladas prácticas de los trabajadores de ejercicio del poder popular.
Inmediatamente después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 un grupo de trabajadores y militantes del MIR se internaron en el complejo maderero, dando origen a la primera experiencia guerrillera rural del siglo pasado. La respuesta militar y represiva puso fin al intento de resistencia armada de los trabajadores de la zona.
Menos de una década después, un grupo de militantes del MIR ingresó clandestinamente a Chile para instalarse en la misma zona, esta vez encabezado por Miguel Cabrera Fernández (Paine). Pero el grupo fue detectado cuando aún estaba en la etapa de exploración. Luego de varios meses de persecución en la alta montaña, las fuerzas militares asesinaron a nueve combatientes. Otros dos habían sido detenidos en Argentina, mientras intentaban ingresar a Chile; ambos están desaparecidos.
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