Esta semana ha estado en París, donde asiste al juicio que lleva adelante un tribunal francés contra catorce represores de la dictadura chilena, por la ejecución o desaparición forzada de cuatro personas de nacionalidad franco-chilena. Desde París, envía sus reflexiones sobre la trascendencia de este juicio.
- ¿Por qué es importante este juicio en Francia, si no estarán presentes los inculpados?
- Si bien el juicio es en ausencia, es un juicio real, no simbólico, en el cual un país está juzgando a los responsables de cuatro crímenes, que a la fecha están impunes. De ser condenados, los responsables de estos crímenes estarán bajo una orden de captura de la justicia francesa y si abandonan Chile, podrían y deberían ser detenidos por Interpol y conducidos a Francia para ser juzgados esta vez de cuerpo presente.
- ¿Qué señal da este juicio a la justicia chilena?
- Este juicio no se basa en el principio de justicia internacional sino en un principio muy antiguo de derecho penal internacional, por el cual un país es competente para conocer de crímenes cometidos en contra de sus ciudadanos en un territorio extranjero, cuando el país en el cual se cometió el crimen no ha hecho justicia.
Por tanto la señal a la justicia chilena es muy potente por cuanto Francia es competente para conocer estos casos solo porque en Chile no se ha hecho justicia respecto de estos ciudadanos franceses.
En Chile estos cuatro casos tienen proceso abierto, pero cuando la justicia francesa exhorta a la justicia chilena para informar al respecto, Chile informa solo que Etienne Pesle tiene causa abierta, lo que además deja en más mal pie a nuestros Tribunales, porque ni siquiera saben qué causas están tramitándose.
- ¿Cómo debería el gobierno acoger esta sentencia, que ha mostrado desinterés en hacerse parte de las causas pendientes (más de 70) sobre ejecuciones sumarias y desaparición forzada de personas?
- Solo por el hecho de existir un juicio abierto en otro país por graves crímenes cometidos durante la dictadura militar, debería llamar la atención del gobierno y también de la judicatura, en el sentido de que por muchos años que pasen, estos crímenes siguen siendo vivenciados como muy graves no solo por la familiares sino por la comunidad internacional, por cuanto demuestra la necesidad de que los hechos sean juzgados y los responsables sancionados a penas proporcionales a la gravedad de los mismos.
- ¿Qué significado tiene este juicio para los familiares de las víctimas?
- Las víctimas son ciudadanos franceses, por tanto me imagino que es muy importante para las familias que en la medida que Chile no ha hecho justicia, Francia, el país de origen de las víctimas se ocupe de hacer justicia a sus ciudadanos. Por otra parte, me imagino también que el hecho de ser escuchados por un Tribunal francés, lleva implícito un reconocimiento a la lucha de años de las familias, y coloca en un lugar correcto las cosas, reconoce a los familiares su calidad de víctimas de crímenes atroces y señala a los responsables su calidad de criminales.
- ¿Qué aporte hace este juicio a la justicia global o a la jurisprudencia internacional?
- Si bien el juicio no se basa en el principio de justicia universal, según el cual los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra pueden ser juzgados en cualquier lugar, es un gran avance porque la comunidad francesa, chilena y en general la comunidad internacional entiende que crímenes atroces deben ser juzgados, en cualquier tiempo y lugar (es decir, la comunidad en general no entra en detalles técnico). Además, en el juicio se han presentado como testigos de contexto, grandes personalidades franceses como Louis Joinet (Magistrado) de la Corte de Casación, relator para la lucha contra la Impunidad; ha actuado como experto de la ONU en la comisión que se ocupa de las desapariciones forzadas; y Stephan Hessel, embajador, político y ex miembro de la resistencia francesa, quienes explicaron la lucha y el desarrollo del derecho internacional por el reconocimiento y sanción de estos crímenes. En ese sentido, creo que este juicio ha servido incluso al Tribunal francés para el conocimiento y desarrollo de estas temáticas y seguramente marcará un hito en la jurisprudencia e historia del juzgamiento de estos crímenes. También revela, hace visible importantes aportes de organizaciones de derechos humanos, como la FIDH, Federación Internacional de Ligas de DDHH, incluso aunque no hubiera condena, de poner en la agenda judicial y en la opinión pública de un país con un rol importante en la comunidad internacional, temáticas como las graves violaciones de derechos humanos ocurridas en Chile y la necesidad de hacer justicia.
Abogada chilena: "Este es un juicio real"
La abogada Magdalena Garcés trabaja en el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior y entre sus responsabilidades está el seguimiento de las causas vinculadas a Londres 38, el ex centro de detención clandestino que funcionó entre 1974 y 1974 en pleno centro de Santiago.