Según declaraciones públicas del Consejo Directivo del IEM, se han concretado las acciones de traspaso y disolución de este organismo. A través de acuerdos y negociaciones realizadas a espaldas de los trabajadores, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha cedido al Gobierno Nacional por un período de treinta años, todos los ex centros clandestinos que estaban bajo la dirección del Instituto, poniendo en peligro la continuidad del trabajo diario de recuperación de la memoria que se desarrolla en estos espacios, como la fuente laboral de personas que hoy no tienen garantizada su continuidad. La disolución de esta institución significa una gran pérdida para el movimiento de derechos humanos y las luchas por la verdad y la justicia, además de un claro retroceso respecto de las políticas de memoria que el propio Estado argentino impulsó durante los últimos años.
Como ex centro de represión y exterminio de la dictadura chilena, hoy convertido en un sitio de memoria abierto a la comunidad y los movimientos sociales, desde Londres 38 expresamos nuestra más profunda preocupación por el futuro de esta importante institución y sus trabajadores, y de los destinos que tanto en Argentina como en Chile, puedan correr los diversos lugares que fueron utilizados para reprimir a miles de militantes de izquierda; asumiendo la importancia de hacer causa común con proyectos impulsados y gestionados por los protagonistas de las luchas por la transmisión y construcción de las memorias para el presente.
Desde el año 2010, hemos establecido con el Instituto Espacio para la memoria (IEM) una fructífera relación de trabajo, que ha consistido en el apoyo e intercambio de experiencias para la realización de peritajes y prospecciones arqueológicas en el inmueble, que han apuntado a la búsqueda de huellas del uso de éste como un centro represivo, y al señalamiento de los vestigios y marcas, que exponen los distintos momentos de ocupación de Londres 38, junto a la voluntad de su ocultamiento por parte del aparato represivo.
Dada esta experiencia y con la convicción sobre la importancia que espacios como el IEM representan para los pueblos que han vivido el terrorismo de Estado, es que no podemos mantenernos ajenos al futuro de esta institución, prestando nuestro apoyo y atención respecto de todo posible accionar que favorezca la impunidad y obstaculice las luchas por la verdad y la justicia tanto en Chile como en nuestros países vecinos.
