La campaña está fuertemente basada en la viralización de videoclips con breves mensajes que paulatinamente se irán liberando para su distribución, al mismo tiempo que esto será apoyado con piezas gráficas en algunos puntos de Santiago, así como la distribución de volantes virtuales que ayuden a difundir la iniciativa.
La existencia de pactos de silencio ha quedado en evidencia luego que se conocieran nuevos testimonios de ex militares que participaron -pero que guardaron silencio durante décadas- en los ataques contra Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, así como en una masacre de campesinos en Laja. El silencio de los ex soldados -ellos mismos dijeron- estaba sellado por el temor y las amenazas que recibieron por años acerca de los riesgos que corrían si hablaban sobre los crímenes en los que estuvieron involucrados o tuvieron que presenciar.
El paso de los años y la muerte de algunos de los jefes de la represión han generado mejores condiciones para que estos pactos de silencio se rompan. Pero también es necesario que las autoridades civiles, el Estado, sus distintos poderes y los propios jefes militares actuales tomen medidas concretas que permitan conocer nueva información conducente a conocer sobre el destino final de los detenidos desaparecidos y los responsables de esos crímenes.
La Red de Sitios de Memoria difundió el pasado 5 de agosto una declaración en la que puntualiza que "hoy, es inaceptable que autoridades del gobierno nieguen el encubrimiento que aún existe en las instituciones armadas a pesar de que incluso ha sido establecido judicialmente". En la nota, las organizaciones detallan las medidas que deben ser adoptadas con urgencia para conseguir más verdad, justicia y el término de la impunidad.
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